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Dos jóvenes de Lugo pierden todos los puntos del carné en una noche

 

La mezcla de conducción, alcohol, velocidad, juventud y noche resulta, a veces, explosiva. Todos los ingredientes citados influyeron en sendos percances que ocurrieron en la madrugada del pasado domingo en la capital lucense. Por una vez, las consecuencias no resultaron trágicas para los conductores. Simplemente les volaron en una noche todos los puntos del carné que tenían disponibles. Y si el funcionamiento del sistema incluyera un mecanismo de deudas, uno de los jóvenes, que apenas llevaba unos meses en posesión del permiso, quedaría hipotecado en cuatro créditos.

 

La noche entre el sábado y el domingo fue movida para la Policía Local de Lugo. En torno a las tres de la madrugada los agentes tuvieron que intervenir en un espectacular accidente: un vehículo se había salido de la vía y acabó empotrándose contra un cubo de la Muralla. El vehículo se salió por la margen izquierda, atravesó la zona verde del jardín e impactó contra el monumento romano, que no sufrió daños. El conductor, J.C.F.A., de 19 años, también resultó indemne en el percance.

 

Los policías le hicieron la prueba de alcoholemia y el joven dio positivo respecto al máximo permitido para un conductor novel, concretamente 0,45 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Esta infracción conlleva la retirada de seis puntos. Además, J.C.F.A. fue denunciado por conducción temeraria, lo que le resta otros seis. Teniendo en cuenta que es un piloto novato -que sólo parte con un saldo inicial de ocho puntos- , si el sistema funcionara a crédito, quedaría endeudado en cuatro créditos.

 

Todos los indicios apuntan a que la causa del percance fue un exceso de velocidad. Supuestamente, el conductor no pudo dominar el vehículo a la altura del número 60 de la ronda de la Muralla.

 

A 98 por hora

 

El exceso de velocidad también estuvo presente en el segundo de los percances registrados en las primeras horas del domingo. Ocurrió sobre las cuatro menos diez y el protagonista fue A.V.L., de 24 años, que circulaba a 98 kilómetros por hora por la ronda, donde la limitación es de 50. Fue descubierto en un control de radar establecido por la Policía Local frente al número 160 de dicho vial.

 

El apresurado piloto acabó esquivando a los agentes uniformados que trataron de darle el alto con las luces especiales. Consiguió fugarse del lugar dando bandazos.

 

La huida no duró mucho porque, a los pocos minutos, fue interceptado por otra patrulla en la avenida de Rodríguez Mourelo. También en este caso el joven conductor fue objeto de una doble denuncia: exceso de velocidad, que conlleva la pérdida de seis puntos, y circulación temeraria, que supone quedarse sin otros seis. Si durante el proceso administrativo -que se abre en el momento en que a los dos conductores les notifican las sanciones- no hay reclamaciones, o si éstas no son atendidas, los jóvenes se quedarán una temporada sin poder hacer fechorías al volante.

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