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thecayflow

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Todo lo publicado por thecayflow

  1. thecayflow

    Salvajismo

    Lo mucho que tenemos que aprender de los animales... Su fidelidad, su nobleza, su desmedido sacrificio sin esperar absolutamente nada a cambio... "Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro" Atribuido a varios autores.
  2. Siendo hemisferio norte, esta época del año es (igual que para nosotros) la más fría del año. Con la diferencia de que, aun así, la temperatura es muy buena: yo llevé todo ropa de verano y estupendamente (calculo que alrededor de los 28º aprox). Para ellos es "frío", incluso alguno iba con manga larga. Caminando un buen rato por el malecón siempre iba sudando a mares.
  3. No me extraña, joven Andrew, yo mismo he dudado de mi propia existencia en más de una ocasión... Conozco bien la ciudad de Cárdenas por alguno de sus productos típicos... pero cuando crezcas te contaré la bonita historia de como Arecha creció y creció.. y se convirtió en otra cosa llamada Havana Club.
  4. ¡GRANDIOSO HILO! La verdad es que Cuba puede ser el paraíso para cualquier amante de los clásicos...
  5. Para terminar, como no podía ser de otra manera, pidiendo una ronda de daiquirís en el Floridita, música en directo y con amigos. Se sirven al instante y estos sí que son un poco más caros, 6 C.U.C., aunque están tan buenos que podríamos tomarnos varias rondas de éstos. Los hay de diferentes sabores: clásico, fresa, plátano... mi recomendación es el clásico, el de toda la vida, aunque si están de espíritu atrevido pueden intentarlo con una "mulata", con chocolate y café si mal no recuerdo. Y eso es todo amigos, siento no haber podido tener algo más de tiempo estos días, enlacé este viaje a La Habana con mis vacaciones y no he tenido prácticamente ningún acceso a internet, mis compis moderators se lo han tenido que currar de lo lindo estos días, así que intentad ser buenos y empezar el año con ilusión y con esfuerzo, ya que los buenos propósitos se los lleva el viento (yo me propuse cuidar la forma un poco en 2007 y el primer día del año ya me zampé dos Woper, claro síntoma de que en cuerpo y mente estoy más que de vuelta en casa, aunque la lección de vida que aprendí en Cuba no pienso olvidarla). Hum... ¿parecidos razonables?
  6. Hay grandes edificios de la era soviética, monumentales, inmensamente grandes, y la mayoría de carácter oficial. Estos son edificios oficiales que dan a la colosal plaza de la Revolución, ministerios, etc. Desde los primeros años de la Revolución la devoción casi espiritual por el Che como persona, pero sobre todo como símbolo, permanece intacta, no en vano su efigie preside el edificio del Ministerio de Industria, área de la que el propio Ernesto Guevara fue Ministro.
  7. La influencia católica sigue extraordinariamente arraigada en el modo de vivir cubano. Herencia de las costumbres españolas que trajeron consigo sus arquitecturas religiosas como en tantos otros lugares de América Latina. Me hizo gracia este cartel, que al precio de la vivienda bien podría valer para muchas de nuestras ciudades, especialmente en Madrid, donde coseguir una vivienda digna ya es Historia... Un punto que no puede faltar en nuestro fugaz recorrido es la visita a la archiconocida plaza de la Revolución, donde Fidel largaba sus discursos, antaño, de hasta 8 horas de duración. Conseguir taxi estando allí es bien complicado, por lo que debemos pactar con el taxi previamente, que se quede bien aparcadito mientras tiramos cuantas fotos queramos, y subir en él después para continuar nuestro camino.
  8. Constantemente tienes la sensación de que algunos lugares simplemente se detuvieron en el tiempo. Lo milagroso es como alguno de ellos puedan seguir funcionando o siendo aun utilizados. El famosísimo Palacio de las Ursulinas, de influencia claramente mozárabe... (¿...?) Otra belleza para nuestros ojos.
  9. En esta zona del Malecón podemos encontrar algunos de los edificios más perjudicados debido al impacto del salitre. La prostitución -especialmente infantil- está siendo erradicada afortunadamente, y multitud de niños podrán salvarse de las salvajes prácticas de más de un turista sin escrúpulos. No hay tiendas en Cuba, tal y como las conocemos. Hay almacenes donde se despachan alimentos, hay paladares (restaurantes) donde acuden los turistas. Hay cerrajerías o negocios de ámbito de barrio, casi familiar... Pero no hay centros comerciales tal y como los entendemos nosotros. Tan solo en la calle Obispo, una de las más transitadas de la ciudad, hay cierto atisbo de 'zona comercial' que nos puedan recordar a cualquier calle de estas características de cualquiera de nuestras ciudades.
  10. El "camello" (a la vista está por qué) es un trailer de camión al que le han acoplado este vagón rodante. ¿Metro? ¿Autobús? Ni pa ti ni pa mi: Metrobús. Paseando por el malecón, se puede hacer un recorrido de una media hora/tres cuartos disfrutando del bonito perfil de la ciudad. Entre el calor, la humedad, las mulatas, llegas al hotel con un sudor de narices. Una de las curiosidades del Malecón es que fue construido bajo el dominio estadounidense, como se puede ver en esta placa, solo tres años después de arrebatársela a los españoles.
  11. En Cuba ves mucha pobreza, pero no miseria. No es relativamente fácil encontrar condiciones de infravivienda tan extremas como ésta, aunque sobre todo en las afueras de La Habana y zonas más rurales puedes encontrar esta cruda realidad. Cerca del Morro, en el puerto, se pueden ver barcos de medidas nada despreciables, que tal vez puedan emprender rumbo a nuestro ya conocido canal de Panamá, que esperamos volver a visitar en muy pocos días. Al hacer la comparación con cualquier otra gran capital del mundo podemos destacar la escasez de coches (bien aprovechados, a veces obligados a ello), por la dificultad de conseguir combustible. Realmente y desde el punto de vista cubano, traten de ser positivos: es una manera de evitar farragosos atascos...
  12. Hay edificios que conservan el esplendor por dentro y por fuera como esta farmacia-museo. No intenten encontrar una aspirina, pero hay que reconocer que al menos la visita habría merecido la pena. El color de las matrículas es un factor distintivo del coche, más o menos como aquí para el cuerpo diplomático u organismos internacionales, solo que allí disponen de muchos más colores: negras, naranjas, amarillas, verdes, azules, etc... para distinguir vehículos privados de los públicos y dentro de estos, los del ejercito, los de la policía, los de entidades oficiales, etc., etc. En uno de los pocos momentos de sol que encontramos en nuestro viaje (lo normal es que este muy soleado todo el año) podremos apreciar el verdadero esplendor de la luz habanera.
  13. Con una cámara en condiciones, algo de tiempo y un clima amigo, podrían salir magníficas fotografías en cualquier rincón de La Habana. La verdad es que esta ciudad enamora a todo el que la visita. Dentro de los coches históricos, llaman la atención los viejos entre los más viejos. Hay un museo de coches antiguos (con modelos de principios de siglo pasado), pero el mérito de éstos, que aun sigan funcionando, y que además lo hagan tan dignamente es realmente admirable.
  14. El hotel Santa Isabel que tanto le gusta a Almodóvar. Un sitio realmente encantador. El contraste entre algunas viviendas aun por rehabilitar puede darnos una idea de las enormes dificultades que tienen que pasar esta gente. Aun así, tienen su vida normal, sus costumbres y su manera de salir adelante con lo que tienen. A mi particularmente me parece un ejemplo de entereza moral y dignidad, de los que muchos mal llamados occidentales (empezando por un servidor) tenemos bastante que aprender. Uno aprende a vivir con lo que tiene, a no necesitar nada más allá de lo realmente imprescindible, y sobre todo, a valorar aquello que verdaderamente tiene sentido en la vida: el dinero. (jejejej.. broma, calamares).
  15. En los barrios céntricos más rehabilitados hay fachadas que bien podrían pertenecer a cualquier ciudad europea o norteamericana. A veces nos recuerdan la familiaridad de alguna gran avenida y por momentos nos hacen olvidar que estamos en una isla singular en medio del Caribe.
  16. "La suspensión multibrazo de mi A3 hace ruido"... no sería ningún problema para los cubanos. Ellos mantienen sus vehículos con el ingenio que les caracteriza, fabricando ellos mismos las piezas necesarias para estos coches que soportan ya largas décadas de existencia. Cuando tropezamos con una máquina bien cuidada realmente no hace falta que te gusten los coches para apreciar la magnífica belleza que tienen estos auténticos museos rodantes. Sencillamente espectaculares, como este viejo Dodge. O esta preciosidad de Chevy que funcionaba como Taxi en la puerta del hotel. Por poco dinero, alrededor de 6 C.U.C. (unos 5 euros), podemos dar una vuelta por todo el malecón en una de estas viejas glorias y llegar al centro de la ciudad. Realmente merece la pena, y si puede ser un modelo descapotable, tanto mejor, aunque haga mal tiempo como fue mi caso.
  17. El humor cubano forma parte de su día a día y de su manera de ver la vida. Aquí tenéis el carricoche modelo Need for Speed, como indica su "portamatrículas"... ...climatizador monozona. Este viejo Plymouth no escapó del ansia tunera de su dueño...
  18. Dirigiéndonos hacia el capitolio, una obra magnífica obra... ...que nada tiene que envidiar a su homólogo de Washington D.C.
  19. Un poco más al detalle el coche que veíamos al final de la calle anterior. En algunos casos hay que destacar el mimo y cuidado que los cubanos tienen con estas auténticas bellezas rodantes. Sencillamente algunos modelos son impresionantes. Sin duda el coche más popular de Cuba es el Lada, ¿un 1300?
  20. Ya en el centro de La Habana podemos empezar a disfrutar de una de las ciudades más hermosas de La Tierra. Quienes la hubierais conocido hace unos años, podréis comprobar que gran parte del centro ha sido rehabilitado (ha sido declarada patrimonio de la UNESCO) y por tanto se han empezado a revitalizar algunas zonas memorables. En Cuba hay tres tipos de coches. Más o menos, una tercera parte son viejos Lada destartalados que aguantan el tiempo como verdaderos héroes en unas carreteras realmente complicadas, otra tercera parte son vehículos anteriores a la Revolución (1959), y por último están los vehículos más o menos actuales (en los diez dias que anduve por allí ví un B5, un B6 y un B7, todos ellos del gobierno; también me pareció ver un A6 en alguna embajada). Pero a pesar de su formidable belleza la mayoría tienen verdaderos problemas para ocultar el paso del tiempo. El combustible está a un precio similar al que está en España, lo que significa que para ellos es casi prohibitivo. Se te hace raro comprobar como en las calles del centro hay tan pocos coches aparcados.
  21. Para hacer un poco el guiri (no es tan preocupante hacerlo de vez en cuando), podemos iniciar nuestra andadura cubana tomando un mojito en La Bodeguita, ya saben, lo que decía Hemingway (del que todo el mundo habla pero nadie ha leido nada, ni siquiera El viejo y el mar...): "Mi mojito en La Bodeguita y mi daiquirí en La Floridita". La leyenda cuenta que llegaba a tomarse hasta 60 en un solo día. Sus mojitos no son los mejores, ni el sitio es hoy por hoy el más divertido. Son pequeños y cuestan 4 C.U.C. (pesos cubanos convertibles, no confundir con pesos cubanos). Sin embargo es un lugar que uno no puede dejar de visitar y en cambio sí lo recomendaría para comer (el comedor es tranquilo, está bien de precio y la comida no está mal). Además, así se lo podremos repasar al personaje de Collin Farrel, quien se creía en 'Corrupción en Miami' que La Bodeguita estaba en los Cayos de Florida. Habrase visto...
  22. El Nacional cuenta con unos amplios jardines donde podemos disfrutar al atardecer de los típicos cócteles cubanos, ya saben, mojitos y daikiris, aunque mi preferido es el guarapo: no se lo pierdan con un chorrito de ron, especialmente si pueden ver como literalmente trituran la madera de la caña de la que extraen su sabroso jugo. En diciembre o enero, es posible que el tiempo no acompañe demasiado. A pesar de ello, lo que allí se llama "frente frío" para nosotros no deja de ser un día nublado de primavera, con intervalos de sol, y una temperatura que ronda los 28º... Dicho esto, aclarar que el Hotel Sevilla presume de no menos significativos huéspedes. En el esplendor de la primera mitad del siglo pasado, Al Capone o Batisti frecuentaron su famoso casino (destruido después por la Revolución), de lo que presumen con diversos cuadros a lo largo de su imponente recibidor.
  23. Iniciamos nuestro periplo asentándonos en el Hotel Nacional. Emblemático Monumento Nacional de Cuba (de ahí su nombre), que aun hoy día mantiene el decadente esplendor de sus más célebres huéspedes. En él se han venido alojando desde actuales estrellas de Hollywood hasta los más renombrados mafiosos del siglo pasado (Santos Traficante era un asiduo de este hotel, y se sabe que la suite presidencial albergó en una ocasión al mismísimo Lucky Luciano). Si disponemos de una habitación bien orientada, podremos disfrutar del malecón al frente, con una panorámica del centro de La Habana. Habiendo hoteles mucho mejores (Habana Libre, Santa Isabel, Sevilla...) las habitaciones del Nacional son pequeñas aunque siempre limpias y relativamente cómodas. Eso sí, como en cualquier parte de Cuba, no cuenten con grandes proezas en materia de telecomunicaciones, televisión, etc... Una hora de "conexión a internet" (por decir algo) compartiendo modem de 56K entre ocho ordenadores puede costar unos 12 euros.
  24. Después de los Happy Three Friends... este video me parece incluso tierno... :claugh: ¡¡Feliz Navidad, aurora!! :claugh: