Recupero este hilo ya que ha llegado "mi momento". Hoy he dejado de fumar y ahora me voy a acostar después de pasar mi primer día sin tabaco.
Empecé a fumar como todos supongo, por tontería y de forma esporádica, lo que se llama "fumador social". No tenía ninguna dependencia, solo fumaba los fines de semana o en reuniones con amigos.
Luego en la facultad empecé a fumar a diario, y cada vez más. En épocas de exámenes me pasaba el día con el pitillo en la mano, de hecho nunca fui a la biblioteca a estudiar porque no se podía fumar y me acostumbré a estudiar fumando.
Más tarde lo dejé aprovechando una operación de mi mujer, como ella no podía fumar me solidaricé con ella y lo dejé yo también. Esto duró un año, luego retomamos el hábito empezando a fumar de vez en cuando, luego después de cenar, luego después de cada comida,...y acabas fumando como antes o más.
El caso es que he decidido dejarlo y lo he hecho. Principalmente porque me repugno a mi mismo cuando juego con mi hija y me doy cuenta de que huelo a tabaco, cuando le doy un beso a mi mujer con la boca cerrada porque me acabo de fumar un cigarro (ella lo dejó cuando se enteró de que estaba embarazada) o cuando me paso un rato solo en la buhardilla fumando (evidentemente no fumaba delante de mi hija).
Luego haciendo cuentas me he dado cuenta de que un paquete de Marlboro diario suponen más de 1100 euros/anuales. :clap1: Y la verdad, prefiero gastármelos en mi mujer y mi hija que en tintar de negro mis pulmones.
Ya os iré contando.