Es evidente que cada año que pasa, el número de unidades de nuestros viejos cacharros disminuye. Lo normal es que de aquí a 5 años ya sólo queden unos pocos, porque la velocidad de achatarramiento se acelera con el paso de los años y las normativas cada vez más restrictivas. Es una pena, pero eso convierte en nuestro coche en algo un poco más singular, y en contra de lo que pueda parecer más lógico, los modelos más comunes, suelen desaparecer más rápido por el hecho de ser menos exclusivos. A mi siempre me surge la duda de cuántos coches quedarán como el mío, que es de los normalitos, y no pue