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justicia en españa ¿donde esta?


anita

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Ya, y también "se la pela" como tú dices, que Farruquito conduzca sin carné, atropelle a una persona (y la mate) y a los 4 días aquí no ha pasado nada. También "se la pela" cuando un energúmeno se pone a "prender" fuego a un parque natural porque le gusta ver las llamas. Y también "se la pela" cuando unos árabes desentierran el cadáver de un GEO, le amput*n brazos y piernas, los esparcen por el cementerio e insertan su cabeza, seccionada, en el mango de una pala.

 

Esta es la justicia que tenemos; para unos a veces justa y para otros injusta (nunca llueve a gusto de todos); lo que quiero decir es que intentes ser objetiva, dejes a un lado los comentarios de los telediarios y esperes unas semanas para ver a qué conclusión y decisión ha llegado el juez/a que instruye el caso.

 

En cuanto al uso de la porra eléctrica: ten por seguro que recibirán castigo tanto dentro del propio cuerpo como por la sentencia dictaminada.

 

Un saludo. Oxygeno

Me parece perfecto lo q dice Oxygeno, sobre todo ser objetivos y no dejar llevarse por comentarios e ideas equivocadas.

Estos funcionarios serán juzgados y si salen culpables perderan bastante más q los cuidadanos de a pié, ya q serán sancionados en su trabajo incluso hasta la separación definitiva del sevicio.

Con respecto al tema de reducir a un tío en esas circunstancias hay q verse en la situación y me supongo q no debe ser tan fácil y me imagino q evidentemente hay q ser contundente(sin pasarse, q eso es precisamente lo

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LA GUARDIA CIVIL, por Arturo Pérez-Reverte

 

En la sierra de Madrid anochece gris, brumoso y sucio. Llevo todo el día dándole a la tecla y me apetece estirar las piernas, así que me enfundo la cazadora de piloto del Güero Dávila y salgo a dar un paseo. Cae una llovizna fría, y el agua en la cara me espabila un poco cuando bajo hasta el bar de Saturnino, que está junto a la carretera, en busca de un café. El camino pasa por la iglesia, en cuyo porche me entretengo un rato con don José, el párroco, que está allí con su eterna boina, como un centinela en su garita. Qué te parece lo de ese pobre chico, dice. Y me cuenta. Hace sólo unas horas, muy cerca de aquí, dos heroicos gudaris han asesinado a un joven guardia civil cuando éste se llevaba la mano a la visera de la teresiana para decir buenas tardes. Hablamos un rato del asunto, el páter me cuenta los detalles que ha oído en la radio, y luego me despido y sigo mi camino bajo la lluvia.

 

Cuando llego al bar, llueve a cántaros. Digo buenas tardes, me apoyo en la barra sacudiéndome como un perro mojado, y pido un cortado con leche fría. Saturnino, que es grande y tripón, deja la partida de mus y pasa al otro lado del mostrador mientras sus contertulios aguardan, pacientes. En la tele, sin sonido, hay un concurso idiota; y en la radio Rocío Jurado canta como una ola, tu amor llegó a mi vida, como una ola. Enciendo un cigarrillo. Junto a mí, en la barra, están cinco albañiles de las obras cercanas; son tipos duros, de manos rudas, manchados de cemento y yeso. Fuman y beben cubatas y carajillos de Magno mientras comentan lo del picoleto muerto, a su estilo: nada que ver con las tertulias políticamente correctas que uno escucha en el arradio ni con los circunloquios del Pepé y el Pesoe. Por lo menos, comenta uno de ellos, un etarrata se llevó lo suyo. Y lástima, añade el otro, que no le dieran un palmo más arriba, al hijoput*. En los sesos. Ése es el tono de la charla, así que tiendo la oreja. Otro cuenta cómo el segundo guardia, herido en el brazo derecho, aún tuvo el cuajo de seguir disparando con la izquierda. Y el del paraguas, añade otro. Ése que pasaba de paisano y corrió a ayudarlos con el paraguas de su mujer como arma. Compañerismo, opina un tercero. Y huevos, apunta otro. Sabe Dios cuántos guardias civiles han muerto ya con esto de ETA, dice alguien. La tira, confirman. Ha muerto la tira. Y ahí siguen, los tíos. Aguantando mecha sin decir esta boca es mía. ¿Os acordáis de sus hijos muertos en las casas cuartel?

 

Me quedo oyéndolos un rato mientras doy unos tientos al café infame de Saturnino. A veces son como son, comenta un albañil. Tarugos de piñón fijo. Pero hay que reconocer que siempre están donde tienen que estar. ¿No? Martínez, les dicen, ponte ahí hasta que te releven. Y Martínez no se mueve de ahí aunque se hunda el mundo o lo maten. Por ciento ochenta mil pelas al mes que cobran. Y sin sindicatos, que tiene guasa la cosa. Eso vale algo, dice otro. O mucho. La prueba es que la gente dice que tal y cual; pero cuando tienes un problema, ni Gobierno, ni rey, ni leches. De los únicos que de verdad te fías en España es de la Guardia Civil. Los cinco siguen un rato comentando el asunto. Y en ésas, como si estuviera preparado, se para afuera un coche verde y blanco con pirulos azules. Por la ventana veo cómo salen dos guardias; uno se queda junto al coche y el otro empuja la puerta y entra. Es un guardia joven y alto. Tal vez se parece al que acaban de matar. Hasta es posible que pertenezca al mismo puesto de Villalba, o al vecino de Galapagar. El guardia dice buenas tardes, se quita la teresiana y viene hasta la barra. Un café, por favor, le pide a Saturnino. Solo. Al entrar se ha hecho un silencio. Los albañiles lo miran y hasta los del mus se olvidan de los duples y del órdago. Cuando tiene delante el café, el picoleto saca del bolsillo dos aspirinas, y se las traga con unos sorbos. Qué le debo, pregunta, echándose la mano al bolsillo. Saturnino va a abrir la boca, cuando en el grupo de los albañiles le hacen un gesto negativo. Está invitado, rectifica Saturnino. Por los caballeros.

 

El guardia se vuelve hacia el grupo y mira un instante sus monos y ropas manchadas. Sus caretos masculinos y honrados, solemnes, sin afeitar, fatigados de todo el día en el tajo. Los cinco lo observan muy serios. Gracias, dice. Algún albañil inclina un poco la cabeza. Nadie sonríe ni dice una palabra. El picoleto se pone la teresiana y se va. Y yo me digo: me han ganado por la mano estos cab***es. Tenía que habérseme ocurrido. Ese café habría debido pagarlo yo.

 

Un saludo. Oxygeno

QUE BUENO!!!!!! :bsh1:;):p

 

Por cierto, en la autopsia, el fallecido iba bien puesto de droga :D , he odido oir las dclaraciones de uno de os imput*dos y son creibles: opino que se extrlimitaron un pco y la combinación de drogas hizo el resto :(

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Hace sólo unas horas, muy cerca de aquí, dos heroicos gudaris han asesinado a un joven guardia civil cuando éste se llevaba la mano a la visera de la teresiana para decir buenas tardes....

 

 

Por lo menos, comenta uno de ellos, un etarrata se llevó lo suyo. Y lástima, añade el otro, que no le dieran un palmo más arriba, al hijoput*. En los sesos. Ése es el tono de la charla, así que tiendo la oreja. Otro cuenta cómo el segundo guardia, herido en el brazo derecho, aún tuvo el cuajo de seguir disparando con la izquierda. Y el del paraguas, añade otro. Ése que pasaba de paisano y corrió a ayudarlos con el paraguas de su mujer como arma. Compañerismo, opina un tercero. Y huevos, apunta otro...

 

 

Por la ventana veo cómo salen dos guardias; uno se queda junto al coche y el otro empuja la puerta y entra. Es un guardia joven y alto. Tal vez se parece al que acaban de matar. Hasta es posible que pertenezca al mismo puesto de Villalba, o al vecino de Galapagar.

joer yo conocí a ese chaval, digo chaval porque era muy joven, no llegaba a 30... antonio molina se llamaba ;) me acuerdo de esa tarde como si fuera ayer :wub: dep

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especto a la Guardia Civil, creo que que hay tantos hijosdeput* entre ellos como en el sector de la agricultura, es decir, por dos tarados no hay que prender fuego a las casas cuartel. Bastante jodido tiene que ser el jugarte la vida para detener a un cab*** para que luego quede libre a los dos días como para encima que nos manifestemos en su contra.

 

 

;):D:cfsd1:

:flwrs: :clap1: :wub:

 

y que decir del texto de Arturo? perfecto. hasta la carne de gallina se me ha puesto

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  • 4 semanas más tarde...

Seguimos con jueces "¿justos?"

 

La vanguardia - 2005-08-31

BARCELONA

Un hombre encañona en la cabeza a un guardia urbano en Barcelona

E. FIGUEREDO

 

 

La sangre fría de los agentes evitó que corriera la sangre por uno de los lugares más degradados de la ciudad, la plaza George Orwell. Un sospechoso puso una pistola en la cabeza a un patrullero de la Guardia Urbana. El malhechor presionaba con fuerza el cañón de su arma sobre la piel del policía. Una rápida maniobra de uno de los compañeros del guardia permitió desarmar al agresor y detenerlo.

 

La pistola resultó ser de fogueo. Llevaba un cartucho en la recámara y cuatro en el cargador. El pistolero llegó a accionar el martillo de su arma, dejando el disparo en la antesala de lo inmediato. La detonación a quemarropa hubiera provocado al guardia una grave herida. Las que hubiera podido sufrir el detenido también podrían haber sido de consideración, pues hasta que se le redujo no pudo saberse que era una pistola simulada. Hasta ese momento la amenaza era muy alta. La vida de un policía estaba en juego. Pese a todo, el juzgado de guardia lo ha puesto en libertad.

 

El relato de estos hechos, ocurridos sobre las 18.00 horas del pasado viernes, arranca instantes antes de la secuencia del que pudo convertirse en un peligroso tiroteo. Una patrulla de paisano de la Guardia Urbana que bate la zona de la calle Escudellers y la referida plaza para tratar de paliar la incesante actividad de tironeros y pequeños traficantes de droga seguía a un sujeto que les infundía sospechas. El individuo abordaba a los peatones como ofreciéndoles alguna cosa. Los agentes le siguieron discretamente hasta que llegó a George Orwell.

 

Otra patrulla prestaba allí servicio. Ésta iba uniformada. Decidieron que fueran estos últimos los que pidieran al sospechoso su documentación, mientras que los de paisano se quedaban en un segundo plano.

 

La cosa no empezó bien. Cuando le requirieron los papeles para su identificación dijo que no los llevaba encima, en castellano pero con un marcado acento italiano. Como señala el procedimiento, los agentes debían practicar entonces un cacheo preventivo. El sujeto no estaba dispuesto a ello.

 

El individuo hizo un gesto rápido, un amago que le permitió empujar a uno de los guardias, que fue a parar al interior de la furgoneta policial de la que había descendido. Entonces apareció la primera de las pistolas. La que llevaba el sospechoso. Se acercó al guardia que había quedado en una situación de indefensión y le puso la pistola en cabeza.

 

La reacción fue instantánea. Tres cañones más, los que estaban del lado de la ley, salieron a relucir. No había otra opción. "Arroja el arma", le gritaron. Ni hablar. No estaba dispuesto. "Entrégame tu arma o mato a tu compañero, hijo de put*", le contestó el pistolero. El tiempo se dilató. En especial, para el policía que notaba el frío metal sobre su cráneo. La plaza estaba abarrotada.

 

El guardia de paisano que actuó por sorpresa logró primero apartar el arma del sospechoso de la trayectoria mortal y después lo arrojó al suelo y cayeron todos sobre él.

 

El descontrolado italiano resultó ser Giuseppe M., de 31 años y vecino de Ciutat Vella, donde está asentado. En los archivos de la Guardia Urbana le constan antecedentes por tráfico de drogas. Ahora tendrá otro: atentado a la autoridad con arma de fuego. Eso no ha impedido que vuelva a las calles. El juez lo ha dejado en libertad. Quizá porte de nuevo un arma bajo la camisa y no tenga prejuicios en volver a exhibirla ante un policía o un vecino.

 

Un saludo. Oxygeno

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Como bien dice la mayoria del foro, aqui se esta jugando cn la falta de informacion k tiene la multitud. Aora resulta k el tio iba enfarlopao hasta las cejas, era un prenda de cuidado y violento. No me extraña que se tuvieran k emplear a fondo para reducirlo.

Ademas hay k saber k si se realizan primeros auxilios, en el 95% de los casos se rompen accidentalmente costillas haciendo la reanimacion.

Y si la GC si sobrepaso, k sean juzgados, pero k cuenten toda la verdad para no crear cnfusion en el pueblo y k la situacion se complique mas de la cuenta.

 

 

 

 

 

 

s2

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Dios mio... mes estoy poniendo en la piel de mi compañero de Bcn... la piel de gallina tengo, y supongo que vosotros tambien la tendriais...

 

Solo comentar a estas horas que... reducir a una persona violenta, drogada y corpulenta no es tan fácil como pueda parecer ni con varias personas, y se ha de utilitzar "LA MINIMA FUERZA INDISPENSABLE", pero solo añadir, que a veces, la MÍNIMA tiene que ser mucha...

 

nada, que me voy a dormir ;)

 

nasnoxess

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