El otro día me llevé un susto que me hizo cambiar la opinión sobre mi Q5 2.0 TDI S-Tronic, pero para bien!!!
Bueno, yo soy de los que pensaba que a lo mejor se quedaba un poco justo, pero tampoco lo había probado en situaciones un poco límite porque suelo ser tranquilo conduciendo y respetuso con los límites, además del miedo que da pedir demasiado a un coche nuevo en los primeros km.
El caso es que hace unos días, estando en la oficina, se disparó la alarma de mi casa y me llamaron de la central de alarmas. Últimamente han habido varios robos en mi urbanización y el susto fue gordo, aunque al final fue una falsa alarma. La cuestión es que salí disparado y, bueno, digamos que pude probar el coche "a fondo", era la excusa perfecta (niños no hagais esto en vuestras casas).
En modo "S" me comía la carretera . Hice varios adelantamientos y, buffff, sobrado. Noté mucha potencia al coche y dejaba atrás a todo cuanto pasaba. La recuperaciones las noté muy buenas y la aceleración bastante poderosa. Le pisaba sin miedo, sin contemplaciones porque había una prioridad y el coche me respondió. El cambio S-Tronic hizo muy bien su papel y bajaba muy rápido marchas cuando pisaba a fondo, con reacciones muy rápidas, y para mi muy importante, predecibles. Pisando a fondo, estiraba marchas casi hasta la zona roja y se notaba empuje en el coche. En pista dejaba atrás a todos, incluso a los que se picaban un poco (no me crucé con ningún 3.0 ... eh? ).
La dirección, magnífica. El coche en todo momento me inspiró confianza, muy noble.
El consumo, alto, lógico.
Desde entonces le he cogido mucha confianza, muchísima, y estoy bastante mas satisfecho con el motor.
Una vez tranquilo, la vuelta a la oficina fue en modo "D" y entonces el consumo del coche fue de 7,2 l/100
Es decir, tenemos un coche que tira bien cuando hay que tirar y que en condiciones normales consume poco, ¡¡¡ binomio perfecto !!!