Mi hija, que dentro de 15 días cumplirá 4 años, hizo lo mismo este invierno. Mi mujer la dejó un momento sola en el comedor para atender al peque de la casa y cuando volvió se estaba cortando el pelo. Además no fue un mechón, inclinó la cabeza hacia adelante y lo que veía que colgaba lo iba cortando. Menos mal que fueron 30 segundos y con una visita a la peluquería se pudo disimular el "estropicio". :cry1:
Pero en general los mios son unos santos, la única otra cosa que recuerdo ahora mismo fue cuando le pintó las uñas al perro, un boxer, que llegué a casa y vino a saludarme, le vi las patas y creía que estaba sangrando, no tardé en comprobar que me lo habían "tuneao", ¡ese si que es un santo, el santo Job, menuda paciencia tiene con ellos!