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Un día de ensueño con...


Climber

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Venga pues, siendo principios de mes os contaré cómo ha sido la experiencia de un día con un Lamborghini Gallardo LP560-4...

Un supercar. Sus credenciales de presentación son sus 560 caballos sacados de un bloque V-10 atmosférico que le proporcionan unas prestaciones siderales. Menos de 4 segundos de 0-100 km/h y una velocidad punta de más de 320 km/h.

Como siempre, empezaremos con una visión de conjunto, diciendo que la marca Lamborghini es propiedad hoy de Audi, y eso se nota en algunos detalles como podremos ver a través de las fotos que acompañan este reportaje. Los inicios de la marca se remontan a aquella época en que el señor Lamborghini, harto de que su Ferrari le dejara tirado cada dos por tres, decidió hacer su propios vehículos, naciendo la marca del toro. Desde ese día todos sus modelos de coche han tenido nombres taurinos, Diablo, Murciélago, Gallardo, son algunos ejemplos.

Desde el punto de vista actual, el coche no cumple con la ecología, el sostenimiento medioambiental y demás, pero sí cumple, y con creces, lo que se busca en un coche así, proporcionar una sonrisa perpetua. Empezaremos por hablar de su:

MOTOR.- Como ya se ha dicho, es un V10 a 90º de más de 5 litros de cilindrada y con una potencia de 560 caballos a 8000 vueltas, aunque el corte se sitúa por allá a las 8.400 más o menos. Su par máximo es de 540 NM a 6500, por lo que es un motor que le gusta girar alto, y tanto… Sólo arrancarlo ya produce escalofríos, se oye el chispazo en cada cilindro, se espera uno o dos segundos y pega el grito de guerra arrancando como un poseso para instalarse en un ralenti potente y bronco. En ciudad el motor es más que capaz para moverse con bastante fluidez, tiene algún hipo a muy bajas vueltas pero nada preocupante ni molesto. En carretera se puede circular en marchas largas sin problemas para, no ya ir con el tráfico, sino para adelantar. En autopistas, es algo molesto el sonido de los escapes, pero menos que en el F430. El coche se siente muy rápido, y si se apuran las marchas se circula a velocidades del hiperespacio en un santiamén, una trampa para permisos sin duda.

TRANSMISIÓN.- El coche puede ir con manual o con un cambio secuencial, que es el que he podido probar. Es un cambio como el del F430, con sus dos palanquitas detrás del volante, y varios programas para elegir (automático, normal sport y corsa, cada uno más rápido y radical que el otro pues también influye en el ESP) y diría que casi me ha gustado más que el del Ferrari. El casi viene por lo que se dirá en comportamiento. Los escalonamientos son muy buenos, la marcha atrás entra rápido y bien, y con este cambio puede aprovechar hasta el último de los caballos, pero es muy brusco, en cualquiera de los programas. Lo mejor es el golpe de gas con el sonido correspondiente al reducir, es algo de lo que no te cansas de hacer nunca!!! Sólo pensarlo y se me esboza una sonrisa.

SONIDO.- Quiero hacer un apartado especial porque vale la pena. Toda la elipse de sonidos que proporciona este coches es una pasada. Desde que se arranca hasta que se apaga disfrutas. Es muy fuerte, aunque quizás no llega a ser tan molesto como el del F430 en el que literalmente, molestan los oidos. En este molesta pero menos. Es alucinante cómo en los túneles suena y coge su agudeza a medida que sube de vueltas, para luego petardear al soltar gas. En ciudad el disimulo es lo suyo, porque ya a 2000 vueltas suelta un “grito” que hasta 300 metros a la redonda la gente se gira primero asustada y luego pasmada. Lo que no he podido apreciar es si el coche suelta llamaradas a través de los escapes, ya que es sabido que los Gallardo pueden hacerlo incluso de serie…

PRESTACIONES.- Es un avión: 3”7 de 0-100 km/h, 11”8 de 0 a 200 km/h y 325 km/h de punta. Los 1000 metros los realiza en menos de 21” saliendo a una velocidad de 279 km/h. Bastan 400 metros para superar con holgura los 200 km/h. El empuje es impresionante, desde las 2000 vueltas impresiona pero al pasar las 5000, unido al sonido del motor, es para cag… por los pantalones. Es el primer coche que, de verdad, me ha asustado llevarlo. Has de tener mucha cabeza porque puedes estrellarte a la más mínima muestra de optimismo, impresionante, respeto. Si llevas a alguien de copiloto procura no hacer la aceleración fuerte de golpe al principio porque puede que te quedes sordo de los gritos. Impresionante también el Launch Control del coche, manteniendo las vueltas sobre las 3000-4000, sueltas y de repente te ves teletransportado a más de 100 km/h con las cuatro ruedas derrapando. Es una aceleración física, te cansa de ida y te cansa de vuelta, porque tienes unos buenos frenos.

Para adelantar no hay problema, no miras tanto el si hay o no espacio con el que viene de frente, sino que miras si te dará tiempo a frenar para no darte con el coche que está delante del que adelantas, impresionante. A modo comparativo, tengo un sitio controlado y cerrado donde con el RS4 puedes llegar a unos 200-210 km/h. Con el Lambo se llegó a más de 250.

FRENOS.- Para frenar tanto músculo italiano, cuenta con un potente equipo de frenos. Los discos delanteros perforados de 365mm y 8 pistones han sido firmados por Brembo, y en el eje trasero el diámetro es de 356mm y con 4 pistones. Puede equipar frenos cerámicos pero este no los llevaba. La verdad que el tacto era bueno pero no sé qué pasa que no me acostumbro a los frenos de estos coches. O bien los del RS4 están mal, o soy mal conductor o algo pasa. El tacto es duro, muy aprovechable y dosificable pero a velocidades bajas es difícil de regular la frenada. En trato duro aguantan lo que les echen y si quieres puedes frenar como nunca lo has hecho. De todos modos es algo necesario para un coche así.

CONSUMO.- Estratosférico. Lleva un depósito de 90 litros y para hacer 150 km se pulió 45. Cierto que fue a buen ritmo pero bueno, es normal que tanto caballo coma mucho. A ritmo normal consume pero gracias al depósito tienes una autonomía que puede superar los 500 km (100 más que en el RS4).

COMPORTAMIENTO.- La distribución de pesos es muy buena, el tren delantero soporta el 43% del peso y el trasero el 57%. La fuerza del motor se transmite a las 4 ruedas mediante una tracción total permanente de acoplamiento viscoso. El reparto habitual de par es 30% delantero y 70% trasero, que puede cambiar en cuestión de milisegundos. El diferencial trasero permite un deslizamiento del 45% y el diferencial delantero es autoblocante mediante gestión electrónica. En un coche así se agradece que lleve tracción total, aunque con tanta potencia no es raro ver que las ruedas patinen. Eso sí, la unidad que probé tenía un pequeño problema con la dirección que no estaba bien alineada y tendía a girar a la derecha, hasta el punto que para ir recto tenías que llevar el volante algo girado a la izquierda. Aparte de eso, otra pega que le encontré fue que el cambio secuencial no facilita la tranquilidad del coche. Es un secuencial E-Gear, muy perfeccionado, hasta el punto de que casi lo prefiero al del F430, sin embargo, y como es norma en todos estos cambios es demasiado brusco. En todos los programas si cambias acelerando a tope pega tal sacudida al coche que lo desequilibra hasta el punto de mover la trasera, algo no muy seguro si vas a casi 200 km/h en plena curva. Fuera de ello, el coche se comporta muy bien, gracias a su apoyo aerodinámico, cuanta mayor es la velocidad más se pega a la carretera. Sin embargo, y como en todos los coches de motor central, da la sensación de flotar de la parte delantera lo cual resta algo de confianza. Una vez te vas acostumbrando el coche es muy bueno y da plena confianza. También es de justicia decir que en carretera abierta, el potencial del coche no podrás explotarlo ni al 50%, porque sería una cosa de locos. A poco que te pongas irás a casi 200 km/h y eso ni es seguro, ni es normal. En frenada brusca, el coche se clava de las 4 patas sin desequilibrios, lo que da mucha, mucha confianza.

PRACTICIDAD.- Poca o nula, pero mejor que la del F430. Tiene una guantera igual a la del Ferrari, algo similar de maletero (suficiente para ir de compras o un fin de semana) y pocos sitios donde guardar cosas. En espacio interior está bien, no tocas con nada y es bastante cómoda la posición de conducción. Ahora bien, la suspensión es muy dura para las carreteras españolas con lo que notas hasta una hormiga. Las líneas del coche tapan bastante de visibilidad, aunque menos de lo que cabría esperar, y las maniobras de marcha atrás se hacen fácil con la cámara de visión trasera. Lo que sin duda es mejor que el Ferrari es el sistema para levantar el morro en caso de badenes o parkings. Una muestra, lo he podido aparcar en el garaje de mi casa, cosa que no pude hacer con el F430 ni con el Aston Martin. Las maniobras de giro en ciudad no son lo suyo porque su radio es bastante grande, y a veces has de adivinar si vas o no a tocar con el muro porque los límites físicos de la carrocería son difíciles de discernir. Vamos, que no es un coche para ir a comprar el pan.

En cuanto al EQUIPAMIENTO Y ACABADOS, venía muy completo y la calidad era bastante superior al F430. Tiene asientos deportivos, climatizador bizona, faros bixenón con luces DRL, asientos de cuero, sistema multimedia con USB, etc. Los ajustes son de Audi, la electrónica es de Audi, los botones son de Audi y parece pensado por gente de Audi. Tenía calefacción de asientos, una radio que funcionaba bien, un Navi-Plus, no había ruidos interiores, algo que no debería ser destacable en un coche así por precio y sin embargo sí lo es.

CONCLUSIÓN.- Es el mejor coche que he probado en mi vida. Supongo que superarlo será difícil. Desde luego que si tuviera que decidirme por un supercoche, éste sería de los primeros de la lista. Tiene buena calidad, prestaciones estelares, una línea para cortar el hipo, una historia de marca, etc. Con uno de estos coches eres blanco de todas las miradas y de todas las cámaras, la gente te grita, te levantan el pulgar (y no el del medio), la policía te para no para pedirte los papeles, sino para que les enseñes el coche o para escucharlo acelerar (verídico), las chicas (y chicos) te miran. Todo esto es simpático pero puede cansar. Pero lo que sobretodo cansa es lo siguiente: Que si no eres de Madrid, no podrás pasar la revisión en un concesionario cerca de tu casa (sólo hay uno en España). Que las revisiones son caras y los consumibles caros (tales como embrague, frenos, neumáticos) duran poco. Y que el coche vale más de 200.000 euros. En fin, que quizás una buena alternativa para tener ese motor, bajar algo el precio, y poder pasar las revisiones en casa, sea tener un Audi R8 V10.

FOTOS:

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Yo tambien quiero un pacto de estos con el Diablo... :ranting2:

 

:p:laugh::lol2:

 

En serio, gracias por compartir estas experiencias con nosotr@s!! :laugh:

 

Respecto al Lambo, lo único que no acaba de convencerme es la vista trasera, demasiao "discreto" para tratarse de semejante bicho, lo veo con muy poca personalidad, sobretodo comparandolo con la vista frontal con las entadas de estilo Reventón.

Y la vista lateral... impresionante!! :thumbsup:

Editado por Tal
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