¡cuanta razón tiene tu madre! (pero que bueno está )
Apenas me acuerdo de lo del huevo, pero las semanas santas que pasábamos en un pueblecito en la zona de los Arribes del Duero el domingo de Pascua salíamos al campo con el hornazo y huevos cocidos (las dos cosas imprescindibles). Mi madre y mi abuela los cocían el día anterior, creo que con cebolla para colorearlos.
Ese día se buscaba un lugar con un poco de pendiente, cada uno cogíamos un huevo, a veces apostando a ver cual rodaba más lejos. Al lanzar el huevo a ras de suelo para que rodara en la hierba se rompía la cáscara (igual que cuando le damos con la cuchara) y era más fácil pelarlo y, después comerlo.
Hacíamos juegos, corríamos... No sé porqué ni de donde viene la tradición de rodar el huevo (ni la de hacer distintas cosas con los huevos cocidos). A ver si un día de estos tengo tiempo y lo apunto.