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El tesón de varios colectivos aragoneses, que trabajaron duramente desde mediados del siglo pasado en el proyecto de unir Francia y España a través de un transpirenaico aragonés, dio sus frutos cuando, en 1888, Alfonso XII inauguró las obras de la línea.
Pero tendrían que transcurrir muchos años hasta que la línea alcanzó la explanada de Los Arañones, a 1.195 m de altitud y se terminaba de perforar el Túnel del Somport. Estas dos obras recibieron un fuerte impulso por la firma del Tratado Internacional de 1.904. Y por fin, se inauguraba la Estación Internacional, el 18 de Julio de 1928, con la presencia del Rey Alfonso XIII, el General Primo de Rivera y el Presidente de la República Francesa. De estilo modernista, el edificio se asemeja a los palacios franceses del siglo pasado. Una vez inaugurada, la Estación comenzó un camino más difícil que el de su propia construcción. A los pocos meses de ser inaugurada, se produjo la Gran Depresión mundial, lo que restó el tráfico por toda Europa. Más tarde, en 1.931, un grave incendio en el Hotel Internacional causó daños muy importantes. Y durante la Guerra Civil, los militares se hicieron con la estación y tapiaron la entrada del Túnel, mientras que en la Segunda Guerra Mundial, se produjo un tráfico de mercancías estratégicas con Alemania y Suiza.
Una vez inaugurada, la Estación comenzó un camino más difícil que el de su propia construcción. A los pocos meses de ser inaugurada, se produjo la Gran Depresión mundial, lo que restó el tráfico por toda Europa. Más tarde, en 1.931, un grave incendio en el Hotel Internacional causó daños muy importantes. Y durante la Guerra Civil, los militares se hicieron con la estación y tapiaron la entrada del Túnel, mientras que en la Segunda Guerra Mundial, se produjo un tráfico de mercancías estratégicas con Alemania y Suiza. La línea internacional se cerró al tráfico cuando, en 1970, un pequeño tren de mercancías francés descarriló en el puente de l'Estanguet, en Francia, quedando este totalmente destruido, interrumpiéndose desde entonces el tráfico internacional.
Según el Tratado Internacional de 1.904, ninguna de las dos partes, española y francesa, puede cortar unilateralmente el tráfico internacional, por lo que Francia está incumpliendo gravemente dicho tratado.