Mis favoritos son, en dos extremos distintos, el 4.2 TDI y el W12. Los V8 de gasolina también son excelentes, aunque los FSI no tienen tan buena fama como los primeros de inyección indirecta
Los menos cotizados son los 3.7 de inyección indirecta con parrilla antigua (dividida por el parachoques), seguidos de los 4.2.
Sólo he probado el 4.2 TDI y el 4.2 gasolina de los primeros. El empuje de ambos es impresionante; el gasolina es más refinado y con un sonido más bonito, pero el diésel no deja de ser un V8 con un sonido muy logrado y con un empuje muy contundente desde bajas vueltas.
El inconveniente de los primeros V8 de gasolina es que llevan correa de distribución en lugar de cadena, cosa que personalmente veo fuera de lugar en esta clase de vehículos y que, como es lógico, encarece el mantenimiento rutinario.
En todos es importante, aparte de lo que es aplicable a cualquier coche de segunda mano, revisar muy bien el estado de la suspensión neumática, bastante cara de reparar.
También me fijo mucho en los extras. Considero imprescindibles: techo solar, asientos ventilados y calefactados, asientos sport (no sé si es el nombre correcto) y arranque sin llave, entre otros.
Es un factor muy a tener en cuenta además de lo típico: estado, dueños anteriores, kilometraje...