La filosofía detrás de estos hubs es clara: ofrecer una solución de recarga urbana de alta potencia dirigida, sobre todo,
a quienes no disponen de punto
de carga en su vivienda
o garaje.
Son usuarios que dependen de la infraestructura pública y necesitan potencias elevadas, buena ubicación y servicios
que hagan que la parada no se perciba como una
pérdida de tiempo, sino como
parte natural del uso diario
del coche eléctrico.
El Audi charging hub de Düsseldorf cuenta con cuatro puntos de recarga de alta potencia (HPC) con una capacidad máxima
de hasta 400 kW, una cifra que lo sitúa en la
franja más alta de lo que hoy ofrece
la recarga pública
en Europa.
Cualquier coche eléctrico compatible, independientemente de la marca, puede utilizar estas plazas, lo que encaja con esa voluntad
de posicionar el hub como infraestructura
de referencia y no como un
servicio cerrado.
Para los clientes de Audi, el valor añadido está en la experiencia digital: es posible reservar franja horaria mediante la app myAudi,
y el sistema combina esa reserva con la gestión física de las
plazas a través de barreras inteligentes que
bloquean el puesto hasta que llega
el vehículo identificado
por matrícula.
Este tipo de soluciones ayuda a reducir la incertidumbre de llegar a un cargador ocupado o bloqueado por coches que ya han
terminado de cargar, uno de los grandes
quebraderos de cabeza habituales
en la recarga pública.
Adaptado y tecnológico
Uno de los puntos donde Audi quiere marcar distancia es en la accesibilidad física del sistema de carga.
Cada punto HPC monta un brazo giratorio que reduce el peso percibido del cable en torno a un 60%, facilitando su manejo
a cualquier persona y, muy especialmente,
a usuarios con limitaciones de
fuerza o movilidad.
Además, las pantallas de control cuentan con regulación en altura y las zonas de maniobra se han dimensionado para permitir
un acceso cómodo y seguro, también
para quienes se desplazan
en silla de ruedas.
Este enfoque encaja con el mensaje que lanza Audi desde la dirección del proyecto:
la facilidad de acceso y la experiencia positiva de carga
no se plantean como un “extra”, sino como
parte del estándar de diseño
de estos hubs.
El objetivo es que cualquier conductor, independientemente de su vehículo o sus necesidades particulares, pueda utilizar el
servicio sin barreras físicas
ni tecnológicas.
Arquitectura modular y circular
Más allá de la potencia, la clave técnica del Audi charging hub está en su arquitectura modular.
El concepto se basa en “cubes” o módulos prefabricados que integran cargadores, almacenamiento de energía y sistemas auxiliares,
lo que permite levantar o reubicar un hub en pocos días,
con necesidades mínimas de obra civil y
sin grandes cimentaciones.
En el caso de Düsseldorf, esos módulos se apoyan en baterías de segunda vida procedentes de vehículos de pruebas, que se reutilizan
como sistema de almacenamiento intermedio
con una capacidad aproximada
de 1,0 MWh.
Este buffer permite dar servicio de carga rápida a numerosos vehículos con una conexión de baja tensión relativamente modesta,
descargando la red local y haciendo viable la instalación
incluso en puntos donde no sería posible
desplegar infraestructura de alta
potencia tradicional.
FUENTE: https://movilidadelectrica.com/audi-inaugura-tercer-charging-hub-2025/