Una forma relativamente sencilla para saber cómo funciona la carga en nuestro coche es mediante la instalación de un amperímetro.
El amperímetro va situado entre el polo positivo del alternador, y el polo positivo (conmutado) de la batería.
Este instrumento marca valores positivos y negativos, por lo que la aguja siempre se mantiene en el centro cuando el coche está parado. Con el coche en funcionamiento, la aguja marcaría un valor positivo en favor del alternador, digamos "una marca" hacia la derecha, ya que el alternador siempre tiene mayor tensión que la batería en condiciones normales.
Si el alternador nos falla, como en el caso del amigo, el amperímetro se movería hacia valores negativos, hacia la izquierda, detectando gracias a esto que el alternador está averiado, o que quizás la correa de servicio ha saltado o no tira. Que la aguja se moviera hacia la izquierda nos diría que nos vamos a quedar sin batería en poco tiempo. Antes del arranque, con el contacto dado, también mediante este indicador comprobaríamos la tensión de la batería (valores negativos).
Y al revés, si la batería comienza a fallar con el coche en marcha, el amperímetro también mostraría esta circunstancia, girando varias marcas hacia la derecha.
Un buen invento que llevan muy pocos coches. Estoy planteándome sustituir el reloj horario por uno de estos chismes.